A
la presentación del rollo pequeño que el ángel tenía en
la mano derecha (10:1), sigue luego una segunda parte del
paréntesis necesario para introducir los acontecimientos
finales de la tribulación. En este interludio, aparece la
presencia de dos testigos que Dios enviará a su pueblo, con
un ministerio profético muy especial. La manifestación de
estos testigos tiene lugar entre el sonido de la sexta y la
séptima trompetas. Hay un aspecto interesante relacionado
con la medición del templo. En la medición del templo
figura el edificio en sí, el altar y los adoradores,
quedando excluidos los patios exteriores, que serán
hollados por las naciones durante cuarenta y dos meses. Se
aprecia que esta medición de tiempo aparecerá varias veces
en los capítulos siguientes del libro y que corresponde a
la mitad segunda de la última semana profetizada por
Daniel. Es necesario determinar a que templo se está
refiriendo el escritor para una correcta interpretación del
pasaje. En todo ello debe tenerse en cuenta que el principio
general para una hermenéutica correcta es el de la
interpretación literal en todo cuanto sea posible. Con todo
debe tenerse muy en cuenta que hay elementos simbólicos
interrelacionados con los literales que es necesario
separar. La profecía va a dar respuesta a una pregunta
formulada a lo largo del tiempo en relación con el pueblo
de Israel, y que Pablo recoge en su Epístola a los Romanos:
“¿Ha desechado Dios a su pueblo?” (Ro. 11:26). A medida
que se desarrolla el mensaje profético, se entiende
claramente el propósito que Dios tiene con Israel, en el
futuro de la historia de la humanidad. Otro interesante
aspecto del pasaje es la preparación para entender las
acciones de los hombres en aquel tiempo. Los juicios afectan
a personas que siguen fielmente al Anticristo, puesto en el
trono por el poder de Satanás. Las personas ciegas a la
verdad de Dios, siguen las propuestas diabólicas y con ello
acarrean juicio divino a causa de su perversidad. Este capítulo
prepara el terreno para comprender el desarrollo de los
juicios finales de Dios sobre el mundo.
La
división natural para su estudio, puede establecerse de
este modo: (1) Primeramente se presenta la profecía sobre
los dos testigos (vv. 1-14). Dentro de esta sección aparece
la referencia al templo (vv. 1-2); el tiempo de la profecía
de los dos testigos (v. 3); las características de los
testigos (vv. 4-6); el fin de su ministerio (vv. 7-10); y
finalmente la traslación de los testigos (vv. 11-14). (2)
La segunda parte corresponde a detalles de la séptima
trompeta (vv. 15-19). |