APLICACIÓN PERSONAL

   

1.

El pecado como causa de opresión. 
  1.1.

El pueblo de Israel es ejemplo constante para los creyentes de esta dispensación, de los resultados que trae el pecado en la vida del pueblo de Dios. 

  1.2.

Una lección reiterada continuamente.  

  1.3.

La primera manifestación del pecado en el creyente es la ausencia de bendiciones. 

  1.4.

La opresión espiritual es también propia del quién sirve al pecado, colocándose bajo un dueño esclavizante y poderoso (Ro.6:16). 

  1.5.

El pecado persistente en el seno de la congregación, puede llevar a que Dios retire el testimonio de la iglesia de un determinado lugar, es decir, puede hacer “desaparecer”, la iglesia local como tal (Ap.2:5). 

2.

El ejemplo del nazareato.
  2.1.

Nazareo era aquella persona que voluntariamente destinaba un tiempo de su vida para servir exclusivamente al Señor, separándose de toda otra ocupación (Nm.6). 

  2.2.

Debía abstenerse de vino y sus derivados, ejemplo de cosas que producen poder desde el exterior y un gozo que no es el interno, del Espíritu. 

  2.3.

Quien sirve al Señor debe depender solamente del poder de Dios, en una vida de fe. 

  2.4.

El costo del servicio. 

  2.5.

La separación total del nazareo (N.6:6). 

  2.6.

Dios llama a los suyos a una entrega de vida en plena dependencia de Él, para servirle y testificar ante el mundo y la iglesia de su compromiso. 

3.

La responsabilidad de los padres para con los hijos. 
  3.1.

Los padres son responsables de la educación y cuidado de sus hijos.

  3.2.

Se aprecia que el único interés del padre de Sansón expresado en su oración, era conocer como Dios deseaba que se criara a su hijo (v.12). 

  3.3.

Todavía más allá el texto, no sólo se refiere a “como criarlo”, sino a lo que “debía ser”, es decir, la manera de vida que debía llevar.

  3.4.

La santificación de los padres es imprescindible en la crianza y educación de los hijos (v.13). 

  3.5.

Los padres deben ejercer el ministerio de intercesión por sus hijos, orando por ellos. 

  3.6.

Una pregunta vital: ¿Cómo se está enseñando a los hijos de padres cristianos? ¿Están recibiendo los hijos un ejemplo claro de los padres, en cuanto a vidas comprometidas y santas?