BOSQUEJO DEL ESTUDIO

 
MARCOS 5:1-43
LIBERACIÓN, SANIDAD Y RESURRECCIÓN
 

I. EL SERVICIO DEL SIERVO (1:1-10:52)

6.2. El endemoniado de Gadara (5:1-20)

6.3. Sanado enfermos y resucitando muertos (6:21-43)

  

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A. INTRODUCCIÓN


El pasaje es la continuación del último párrafo del capítulo anterior. El evangelista Marcos describe aquí algunas acciones sobrenaturales de Jesús. El Maestro no sólo enseñaba, sino que sanaba, expulsaba demonios, controlaba la naturaleza y hacía prodigios admirables que evidenciaban que era algo más que un gran hombre o un gran profeta. La realidad de la deidad de Jesús de Nazaret, se hacía cada vez más evidente para todos los que le rodeaban. Sin embargo, tenía que manifestar su autoridad en el campo de la vida, venciendo a la muerte. Hasta entonces no se describe ninguna acción semejante. Es en medio de la oposición que se hacía cada vez más intensa, que el Señor pone de manifiesto que su autoridad divina podía comunicar vida a un muerto. Por otro lado, la fe en la persona y poder de Jesús produce resultados en quienes la ejercen, como fue el caso de la hemorroisa. En el detalle del pasaje se distingue la distribución es escenas del relato. Es como si Marcos estuviese interesado en describir un panorama de la actividad de Cristo por medio de breves relatos independientes que describen las acciones sobrenaturales de Jesús. El detalle vívido de la liberación del endemoniado de Gadara, es mucho más que el detalle histórico de un acontecimiento, es el relato descriptivo de un testigo presencial, que describe gráficamente el encuentro del endemoniado con Cristo, el tenso diálogo con el Señor y el resultado final del poder de Jesús operando en la miseria del poseso. La misma distinción de un relato en escenas, se traslada también particularmente a cada una. Marcos describe primero el endemoniado y su entorno, luego el detalle de la piara de cerdos, seguidamente en las gentes del lugar, para volver de nuevo al endemoniado junto al lago en donde estaba la barca que iba a devolver a Cristo al otro lado. Esa misma forma de composición se aprecia en el relato de la resurrección de la hija de Jairo, pasando de la primera escena en la que se narra la situación del padre angustiado, a la segunda de la hemorroisa, para retornar otra vez a la de Jairo y la resurrección de su hija. En contra de los argumentos de la Alta Crítica, que pretenden hacer creer que los relatos del pasaje no han sido hechos reales ocurridos tal y como se describen, sino ilustraciones sobre el poder de Jesús en distintos campos, que la comunidad adquirió por tradición y que se trasladaron a base de repetirse una y otra vez, la narración no es otra cosa que el relato de un milagro, auténtico, ocurrido en un determinado lugar y en un momento concreto, basado en el testimonio de un testigo presencial.  De forma especial en relación con la hija de Jairo, algunos pretenden, por ciertas expresiones de Marcos, dar la idea de que no se trataba de una verdadera resurrección, sino de un estado de suma gravedad que anticipaba la muerte. Dicen estos que la misma afirmación de Jesús lo confirma "La niña no está muerta, sino que duerme". Sin embargo, lo que mueve a los detractores del milagro, es la realidad admirable del poder de Jesús confirmado en hechos auténticos que se han producido en la historia de personas de su tiempo.

La división del pasaje para su estudio, se establece así: Primero el relato del endemoniado de Gadara, con el detalle de la situación del poseso (vv. 1-7); seguido de la acción de Jesús (vv. 8-13a); las consecuencias que produjo y la reacción de las gentes (vv. 13b-17); y la comisión que Cristo dio al endemoniado liberado (vv. 18-20). El segundo relato se introduce presentando la situación de Jairo (vv. 21-24); después la sanidad de la hemorroisa (vv. 25-34); y concluye con la resurrección de la niña muerta (vv. 35-42).