BOSQUEJO DEL ESTUDIO

 
MARCOS 16:1-20
 

III. EL SACRIFICIO DEL SIERVO (11:1-15:47)

1. La resurrección del Siervo (16:1-8)

2. Las apariciones del señor resucitado (16:9-14)

3. La gran comisión (16:15-18)

4. La ascensión del Siervo (16:19-20)

  

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A. INTRODUCCIÓN


Con el pasaje que se estudia se alcanza el final del evangelio según Marcos. El evangelio, como mensaje de salvación, no es completo a no ser que se hubiese producido la resurrección del Salvador. No hay salvación sin la presencia viva del que murió, porque no habría justificación (Ro. 4:25). Pero, el que murió también resucitó. Este es el mensaje conque Marcos cierra el relato de la Persona y obra de Jesucristo. La narración concuerda más con la de Mateo que con la de los otros tres evangelistas. Sin embargo, todos ellos varían en cuanto a asuntos de menor importancia. Marcos es en su relato de la resurrección menor en extensión. No está aquí la referencia al terremoto, ni la de la presencia de los ángeles, ni el terror de los guardias ante los acontecimientos que rodearon la resurrección (Mt. 28:2-4). La resurrección es el final del sábado en la obra redentora. El cuerpo del Señor había sido depositado en la tumba después de dar su vida en la cruz. Ningún sábado desde el principio del mundo fue como este sábado. Dios había realizado una obra y el Siervo descansó durante el sábado para levantarse glorioso en el primer día de la semana, proclamando al mundo que la obra de salvación había sido llevada a cabo totalmente, conforme al propósito establecido por Dios antes de la creación (1 P. 1:18-20; 2 Ti. 1:9). El pasaje de la resurrección en sí comprende los primeros ocho versículos. Se aprecia la detallada referencia a las mujeres, con las que había concluido el relato de la crucifixión (15:47). Sin duda las mujeres tienen una gran importancia en el nuevo tiempo de la presente dispensación de la iglesia. El relato de la resurrección procede de una tradición que no depende directamente de un testigo ocular. Pedro, a quién interpreta Marcos, no estuvo presente en los acontecimientos que se describen. No supone esto que Marcos tomase de otra fuente distinta de Pedro, pero el apóstol dio los detalles que a su vez había conocido por otros, probablemente por las mismas mujeres. Hay mucha semejanza en esto al relato de Juan. Para algunos expertos, el evangelio concluía con el v. 8, y consideran que el resto fue un añadido posterior, lo que se conoce como el final largo del evangelio. Sin embargo, no es posible afirmar tal suposición con evidencias seguras, aunque se omite el texto en MSS. muy cualificado. Sin embargo, debe considerarse que la conclusión del evangelio en el v. 8 es abrupta y, además, deja el relato en una situación de conflicto personal con unas mujeres silenciosas a causa del miedo. Si hay una promesa del Señor de encontrarse con los discípulos en Galilea )donde está alguna referencia al cumplimiento? El problema textual plantea posiciones encontradas y radicales, desde la ortodoxia más dogmática que afirma que negar esta parte a la autoría de Marcos es negar una parte inspirada del mismo evangelio, hasta la liberal que niega esta y otras partes del texto del evangelio. Indudablemente un análisis crítico del texto del final largo presenta algunas diferencias con el estilo de resto del evangelio. Sin embargo, bien pueda haberse debido a un espacio de tiempo entre la anterior y el escrito final. Es posible que Marcos detuviese en el v. 8 el relato y lo completase luego, con lo que no es extraño que se produzca un cierto cambio en el estilo a causa de la pausa en el tiempo. El hecho que los textos finales no estén en los dos códices más antiguos B y Aleph (Vaticano y Sinaítico) y en el K (codex Bobbiensis, el texto latino mejor y más antiguo), tampoco representan una evidencia definitiva contra la autoría del final largo por parte de Marcos. Otra dificultad añadida es que el mensaje del ángel a las mujeres, de un encuentro con Jesús en Galilea, requeriría un párrafo que expresase el cumplimiento, cosa que no ocurre, salvo que los vv. 15-18, se refieran a esa ocasión. De igual manera las apariciones de Jesús no están relacionadas con Galilea, sino con Judea, como la de María Magdalena, y los discípulos que iban de camino al campo (vv. 9-13). Cabe pensar que el propósito de Marcos no fue terminar el escrito en una forma tal como sería la conclusión en el v. 8. Por tanto, se puede llegar a la conclusión de que el mismo evangelista, o algún otro allegado a él, después de un tiempo resolvió concluir el escrito con lo que resta desde el v. 9 hasta el 20. Sin embargo, escribe C. C. Ryrie, en una nota de su Biblia de Estudio: "Estos versículos no aparecen en dos de los más fidedignos mss. del N. T. aunque forman parte de otros muchos mss. y versiones. Si no forman parte del texto genuino de Marcos, el abrupto final del v. 8 se debe probablemente a que los versículos con que se cerraba el original se han perdido. La dudosa autenticidad de los vv. 8-20 hace que sea poco prudente el construir una doctrina o basar una experiencia en ellos (especialmente los vv. 16-18)" [1]. Igualmente merece citar la frase del Dr. Lacueva en este mismo sentido: "Es de alguna importancia advertir a los lectores que todo lo que sigue, desde el v. 9 hasta el final de este Evangelio, está muy diversamente atestiguado por los mss. existentes y, por consiguiente, no tiene una autoridad tan clara como todo lo que precede. Esto ha de notarse, especialmente,  con respecto a los versículos 17-20, sobre los que muchos creyentes mal informados se confunden y crean confusión" [2]. Con todo es evidente que los relatos del pasaje tienen sus paralelos en otros Evangelios, por tanto, la inspiración del relato bíblico en los originales les alcanza también aquí. La segunda parte del capítulo ofrece las apariciones del Resucitado a María Magdalena, a dos discípulos que iban de camino, y a los once. Concluyendo con un relato de la ascensión y exaltación.

La división del pasaje para estudio es sumamente sencilla: Primeramente la resurrección del Señor (vv. 1-8). En segundo lugar las apariciones del Señor resucitado (vv.  9-14). Sigue el mandato de la evangelización a todo el mundo (vv. 15-18). Finalmente, la ascensión del Señor (vv. 19:10).


[1] C. C. Ryrie. Biblia Anotada, pág. 1420.

[2] F. Lacueva. o.c., pág. 180.